La Vida Después De La Muerte

Muerto pero de pie como una botarga del Dr. Simi.

Después de haber salido de la empresa como Rocky Balboa, o sea puteado y casi muerto victorioso, la vida pintaba de color una vez más. Después de tres años de usar negro todos los días, al fin podía volver a vestirme de alegría. Bueno, la verdad es que sigo vistiendo de negro pero es porque me hace ver más delgado y Cristo sabe que me urge una talla menos. En fin, dejando eso a un lado, pasemos a lo que ha sido del 2014 hasta este momento.

Primero que nada, les vengo manejando lo que vienen siendo las entrevistas de trabajo. Resulta que traté de colocarme en alguna empresa como plan B a la maestría en caso de que la cagase y me terminara yendo a la chingada al gaTec porque ninguna otra escuela me aceptara.

Todo diciembre estuve en entrevistas en Televisa, ACH Foods e Ipsos Bimsa. Cuando renuncié no tenía chamba, pero a los dos días de hacerlo, ya me estaban haciendo la oferta en Televisa *se limpia la boca y se quita las rodilleras*… or so I thought. *se vuelve a poner las rodilleras*

O sea, cómo que querían hacerme el casting de nuevo? Qué no les bastó con una chupada vez? Resulta que el director del área ya me había dicho que sí, que yo era todo lo que buscaba y que la RRHH del área corporativa me contactaría asap. Pues equis, voy a la entrevista y me salen con la mamadísima que aún no me habían seleccionado, que todavía buscaban más candidatos.

O sea, perdón? Entonces para qué chingados me dicen que sí y luego que no? Me indignó un millón pero la neta sí está bien de la verga Televisa. El mobiliario de todos los cubículos está más viejo que la teta izquierda de Maribel Guardia, aunque la teta está en mucho mejor estado. Uno pensaría que con tanto pinche ahorro de impuestos, Azcárraga podría invertir algo, pero claramente estaba equivocado.

Y luego la nefasta de la RRHH me dice que cómo soy en el tema de respeto porque en Televisa se debe respeta a los directores, porque “si el licenciado dice algo, siempre debe de hacerse porque su título le ha costado”. Perdón? Y qué la pendeja cree que yo nada más llegué hasta la secundaria técnica? Mientras “el licenciado” va, yo ya fui, vine, volví a irme y regresé. Entonces, por mi sanidad mental, fue mejor que me batearan.

Para hacer las cosas cortas, con ACH Foods fui a 8 entrevistas y después ya no supe qué ocurrió. Ni hablar. De cualquier forma no había mucha lana de por medio. Así que sólo quedaba Ipsos Bimsa en la que me ofrecieron el contrato. Lo único terrible era que era la competencia directa de mi ex empresa y mucho trabajo costó escapar del infierno para regresar a él en tan corto tiempo. Vale madre.

Pero entonces un ángel cayó del cielo. Bueno, en realidad estaba siendo poético. En realidad recibí la noticia de que me habían aceptado en la universidad de Canadá. Pues ya con eso, le hablé a la de Ipsos y le dije que muchas gracias, que era súper bonita pero que ya me había equivocado una vez y no podía cometer el mismo error dos veces [insertar canciones de Lupita d’Alessio].

Ni pedo. Pues entonces pasamos a otro proyecto llamado: Necesito hacer de nuevo el pinche GMAT porque las universidades de Estados Unidos creen que no sé sumar. Ay, Jesucristo Santo! Yo me había jurado que no volvería a hacer ese pinche examen porque HUEVA y ahí andaba otra vez. Diosito, por qué?!

Creo que ni cuando me lo metieron sin lubricante me hice un piercing me dolió tanto como tener que volver a abrir la pinche guía del examen. No podía creer que estuviera otra vez repasando triángulos, áreas, fracciones, ecuaciones y ángulos. Aunque debo aclarar que en ángulos no estoy tan pendejo porque sé perfecto a cuántos grados abro las piernas. El Baldor me la pela!

Bueno, pues decidí ir a clases complementarias porque tenía que hacer el GMAT en dos semanas para después correr a New York a la entrevista de la escuela en Francia. Madre mía… qué muchachos! Sin pedos a todos ellos les andaba enseñando mi habilidad con los ángulos y con el número 69. Hasta números romanos si fuera necesario (empezando por el II)! Anda que ahorita que lea esto mi novio me quedo como mi gato: castrado.

Then again, ya que lo estamos mencionando… Olvidó nuestro noveno aniversario. No tiene ni tantito derecho a reclamarme por sabrosearme a uno, dos o veinte de esos güeyes. Me siento abandonado, me siento solo, me siento olvidado, me siento detrás de la ventana de Yuri y así. Ya sufro como una mujer casada y mi dedo del anillo sigue pasando frío.

Estos dos meses han sido tan pinches terribles que ya me dio hueva relatarlos. Sólo quiero que sepan que volví a ir a New York y fue tan pinche malo como la primera vez. Ahora que lo pienso, no tengo un post de eso… Ni pedo, tengo MUCHO tiempo para relatarlo.

Posiblemente no pronto porque mi agenda está llena de mimos para mi gato, complicadísima mal plan, pero lo haré, lo juro.

Por cierto, cumplo 21.5 años en unos días. No tengo ni tantitas ganas de celebrarlo, pero mi madre tiene como 20 toneladas de mota, así que… pues un space cake, no? Con suerte me muero de sobredosis antes que Justin Bieber.

Nota aclaratoria: Obvio mi mami no es dealer, ya me vi con todo el escuadrón de la AFI pegado a la ventana.

Pero sí tiene como 5,000 toneladas de mota.

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