Licenciado En Crisis

Para pendejo no se estudia.

Lo peor sucedió. Y no, no hablo de la desaparición de Chanel o de volverme pobre. No, hijos, no. Me gradué. Crisis total.

I mean, no esperaba no graduarme, saben? Siempre he creído que si tienes los recursos para hacerlo, cualquiera puede terminar una carrera. Well, cualquiera que no pertenezca al segmento poblacional conocido como “Pendejos”. And even then, hay muchos, MUCHOS, MUUUCHOS pendejos que sí lo hacen. Sí, con estas últimas oraciones se puede inferir que no me considero parte de ese grupo aunque puedan estar pensando lo contrario. Me vale.

Sí, sí, me gradué. Sin méritos, sin trabajo, sin amigos, pero eso sí, con un cuerpo perfecto.

Les voy a contar un poco del Comité de Graduación y toda la madre ya que mi vida transcurre tan aburrida como los titulares de Paris Hilton. Resulta que se reunieron puros amiguitos y así para empezar a checar las cosas. Equis, ya había superado desde hace mucho que empezaran con sus decoraciones gatas y la chingada. Es evidente que el dinero no compra el buen gusto.

Total que por peleas de visión artística y conceptual (imagínense) el Comité cambió más veces que Lindsay Lohan de orientación sexual hasta que quedaron dos de los originales y tres nuevos. Obvio todos ellos eran lo suficientemente listos pendejos para no comprender que si éramos 70 graduados y hay 70 mesas, a cada quien le tocaba una. Oh God, the humanity!

Claro, porque como les dieron más cortesías que penes han tenido en la boca (which is quite a lot), entre cinco personas ya tenían 20+ mesas y sus amigos ajenos al Comité tenían prioridad. I raged, I fucking lost. Por supuesto que nos dejaron las otras 10 mesas para 50+ graduados. Maravilloso.

Ahora, que gracias a mi linda cara, mis encantos y mi personalidad tan maravillosa, conseguí la última mesa. Dicha mesa se encontraba en una esquina más oscura e ignorada que el coño de Oprah Winfrey, pero equis. Viéndolo bajo las variables “Peda” y “Notoriedad”, definitivamente era excelente lugar para poder tirarme a la mierda a gusto y poder dar el pass out en el rincón literal sin que nadie me viese. Todo bien hasta ahí.

Sí, claro, pero estaba pagando $900 pesos por persona que incluía (además de la cena), una pre-fiesta en Cuernavaca y un after en un bar fresa. Pues resulta que para la pinky pre-fiesta mierda terminaron cobrando $400 pesos más que porque el transporte y el depósito de la casa y la madre. OK son $28,000 pesos extra que se están embolsando los hijos de puta para el depósito de la casa, por lo tanto cualquiera concluiría que íbamos a la casa de Slim o un pedo similar no? Bueno, no tenía mas que una cama para 70 personas y la alberca tenía el tamaño de una fosa séptica.

Oh, no, they just didn’t, bitch!

Por supuesto que les estoy contando lo que vi en las fotos y así, porque me negué rotúndamente a ir a un lugar de donde regresaria con buenos recuerdos sífilis. Y del after, los vivos también quisieron cobrar $200 por persona. Fue como, bitches, me queda claro que se están robando el dinero, but you’re not gonna do it with mine, cunts. Claro que no pagué nada. Y que quede claro que no fue por pobre.

Luego, los ex-miembros originales del Comité hicieron los LEM Awards, que supuestamente eran para toda la generación y la convivencia y sus mamadas, y las 90 categorías – I shit you not – tenían a los mismos 5 nominados que, coincidentally enough, eran los del Comité. facepalm.jpg total.

Finalmente llegó el día y todos andábamos muy elegantes, muy bonitos, peinados de salón y la chingada. Vino mi amiga Cecy de Monterrey. Para quienes llevan leyéndome por algún tiempo, ya saben que su alcoholismo y drogadicción no necesitan introducción. Para los que me leen desde hace poco, creo que la oración anterior ya la presentó perfecto. Mi macho también estuvo presente y mi única amiga de la carrera y de las mejores de mi vida, Krizia.

Estuvo buenísima la fiesta, agarré el pedo tranquilo, salseé, bromeé, fotos, fotos, fotos, fotos, etc. Estuvo cool, pero entonces llegó el momento del tan temido after.

Tipo que bajo ya medio pedo ahogado y veo así, una pinche muchedumbre toda alborotada peor que el Wal-mart en domingo. Pues ya me acerco y que no estaban dejando pasar a nadie, que sólo si habían pagado y la madre. Well, pues tendrían que creer lo que decíamos no porque no es como que ellos dieron boletos o algo para el after, sólamente cobraron y ya.

Pues ya en mi peda, se me hizo muy fácil meterme y decirle a una de las del Comité (que por cierto su hermana también era parte de él y además eran gemelas) que ya había pagado hace rato, which of course, I hadn’t. Me pasé de pendejo, lo admito, porque dije que le habían pagado a una de las gemelas pero no sabía a quién. Bueno, las dos viejas se me acercan y me empiezan a decir que me vaya a la chingada, que soy un pendejo, que la verga y así, súper prepotentes las dos. Pues dije, bien, no me dejen pasar, fine, pero esto no se queda así. Y que me siguen insultando y que mi mamá esto y que yo el otro, y ya más enojado le digo, “Mira, quien seas porque no sé ni como te llamas ni me interesa. No me estés hablando así que tú y yo no somos iguales”.

Bien, cualquiera habría pensado que si son tan buenas para insultar a todo mundo también podrían aceptar algo así. Well, I was wrong: Se soltó a llorar. YA RLY.

Decido mandar a la verga todo eso e irme al cuarto que había rentado a terminar de ahogarme. Ni bien me subo al elevador, un wey llega y me dice, “ya están dejando pasar a todos”. OH LOL para todos los que pagaron tipo $3000 pesos o así. Pues ya llevo a mi banda, entro al salón del after y… SRLY? Tanto pedo me armaron para que el puto “salón” fuese un cuadrado de 10×10 en donde sólo había un mesero y no tuvieran otro refresco que no fuera Squirt?

Sólo de acordarme me altero otra vez. Mejor hablemos de otras cosas, como de Jackass 3D. Sí, sí, ya sé que todos deben estar cuestionándose si mi finísima persona es realmente tan fina como digo que es, but whores, have you ever been to the movies completely high? No mamen, qué experiencia. Jamás me he reído tanto, neta. Gracias a Dior que en la sala éramos sólo mi dealer, una amiga, y yo porque el viaje sí estuvo cabrón.

Por cierto, me voy a New York para el Año Nuevo. Muéranse de envidia.

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